Adrian Vandenberg: My Whitesnake Years Sala Capitol,
Santiago de Compostela. 02/11/2025
Texto y fotografías: Tony Torres.
Con un repertorio como este nada puede fallar. Debo reconocer que no es mi etapa favorita de Whitesnake, pero aun así me encanta y me trae a la memoria demasiados recuerdos, todos ellos fantásticos.
Me parece una gran idea que Adrian Vandenberg recupere estas
canciones. Aunque no sea el autor de algunas, formó parte de aquellas giras y
tiene todo el derecho de representarlas. Además, es una fiesta para sus
seguidores —entre los que me incluyo—, así que My Whitesnake Years ya es una
realidad y merece la pena.
Un domingo en la Sala Capitol de Santiago es el día elegido,
y no podía haber mejor lugar para semejante concierto. Para los que tenemos
complicado asistir a eventos por trabajo, un domingo es perfecto.
Muy buen ambiente para ser un día difícil: alrededor de un
60% de la sala, y con una mayoría de público que superábamos los 50 tacos,
lógico. Este era un concierto totalmente old school. Cuando salieron estas
canciones éramos veinteañeros, y ayer, aunque no físicamente, volvimos a serlo
mental o moralmente.
A las 21:00 sale la banda al escenario, y ya pintaba que
sería una gran noche. Bad Boys sirve como un gran arranque, aunque algo me
sorprende: el sonido es bastante malo para ser en la Capitol, una sala que
suele sonar tremendamente bien y rara vez defrauda. Aun así, la esperanza de
que mejore seguía ahí.
Van cayendo los temas y la cosa no mejora mucho. Persiste
esa “pelota” de graves y un volumen demasiado bajo para ser hard rock, al menos
desde donde estábamos nosotros.
Caen grandes temas como 'Love Ain’t No Stranger', 'Here I Go Again', 'Is This Love', 'Fool for Your Loving', e incluso maravillas de su etapa en
solitario como 'Your Love Is in Vain', que me encantó escuchar. Pero el sonido,
aunque aceptable, no era bueno, y eso te deja un poco a medias como espectador.
Ahora bien, ¿qué tal Adrian Vandenberg? —se preguntará quien
lea esta crónica y no asistiera a los conciertos por España.
Pues siendo honesto, me dejó algo confuso. Entiendo que ya tiene 72 años (aunque ni de broma los aparenta; parezco yo más mayor que él), y es increíble verlo así de bien. Pero hay cosas que no se deben pasar por alto: algunos solos de guitarra forman parte esencial de la canción, y esos se los sabe tararear hasta el charcutero de mi barrio. No puedes tocar 'Is This Love' y no saberte el solo; es como si el cantante decidiera cantar otro estribillo de repente en un hit mundial. Eso le sucedió en varios momentos del show a Adrian, pero sólo lo menciono como apunte, porque en ningún momento decepcionó. Es un gran guitarrista, suena a clásico y fue toda una oportunidad ver tan de cerca a una leyenda del rock en tan buen momento.
Lo mejor llega a mitad del concierto, cuando el sonido por
fin se soluciona y todo empieza a entenderse. La mezcla cobra sentido y, sin
ser el mejor sonido que he escuchado en la Capitol, ahora se puede aprobar. 'Give Me All Your Love' o 'Crying in the Rain' suenan poderosas. El momento
relajado con 'Sailing Ships' y la maravillosa 'Burning Heart' de su etapa en
solitario me dejaron alucinado. Debería tocar más temas propios, son
joyas que no deben caer en el olvido.
Uno de los grandes momentos para mí fue 'Judgement Day'. Como
fan de Led Zeppelin, ese tema en directo es una locura, y la interpretación fue
soberbia.
De repente, se escucha un grito en la sala:
—¡STILL OF THE NIGHT!
Proviene de un ferviente admirador a mi lado, que
seguramente se quedó afónico una semana después. Hasta la banda lo observó
desde el escenario.
Y dicho y hecho, ahí suena una impresionante 'Still of the
Night', tocada con toda la actitud del mundo. A muchos de nosotros nos transportó a los ochenta. Yo volví a ser aquel crío que compró ese disco en 1987. Miro
a un lado y veo al hombre que gritó, llorando, completamente emocionado. Fue
entrañable ver a un adulto tan afectado por una canción. Sí, me gusta que la
música provoque esos momentos.
Y llega la peor parte del concierto, el final. Se acabó, y nos quedamos —al menos yo— con ganas de más. Una hora y veinte minutos exactos se hacen cortos para repasar una etapa de Whitesnake. Faltaron muchas, lo sabía, pero aun así es poco. Sin embargo nadie protestó, nadie pidió más; parecía que todos sabíamos que, tras ese himno era momento de coger el coche y volver a casa.
En resumen, me encantan este tipo de conciertos. Ahora sería
complicado ver a Whitesnake —por suerte los disfruté muchas veces en directo—,
pero este tipo de propuestas me gustan. Te transportan a buenos recuerdos y,
además, te reencuentran con amigos y conocidos, convirtiendo la noche en algo
inolvidable.
Si la gira My Whitesnake Years pasa por tu ciudad y te lo
estás pensando... no te la pierdas.
Repertorio: Fool for your loving / Love in vain / Love ain't no stranger / Is this love / Gimme all your love / Drum solo / Judgement day / Adagio / Crying in the rain / Here I go again / Sailing / Burning heart / Still of the night.

