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miércoles, 17 de diciembre de 2025

Reseña Metal Nostrum: Easy Rider - Maniphesto: Uno de los nuestros

EASY RIDER PROCLAMA SU MANIFIESTO CON UN ÁLBUM DE MADUREZ Y PODER


Cuatro años después de "Metamorphosis", Easy Rider regresan con "Maniphesto", su larga duración y primer trabajo enteramente nuevo con la formación actual. Publicado el 26 de septiembre de de este año, marca una declaración de intenciones clara: la pasión y la fuerza de la banda siguen intactas, pero evolucionadas.

La portada, obra del vocalista Dess Díaz, retoma la estética de clásicos como "Evilution", "Regeneration" y "Animal". El ángel demoníaco reaparece envejecido pero imponente, con el título grabado a fuego sobre el pecho. Es la metáfora perfecta del espíritu que recorre este trabajo: una fuerza que persiste y la elección de que la música es la mejor forma de liberación en este mundo que nos ha tocado vivir.

Un giro hacia lo progresivo y melódico

"Maniphesto" presenta un enfoque notablemente más progresivo que trabajos anteriores. La voz de Dess cabalga sobre registros más melódicos, dejando atrás los gritos y los extremos de entregas previas. Su interpretación resulta rica, matizada y versátil, adaptándose al carácter envolvente del álbum. El sonido es espectacular: amplio, atmosférico, con una producción que crea una sensación de profundidad y viaje interior.

Grabado bajo la producción de Dani Castellanos, el disco combina fuerza y melodía en un equilibrio que demuestra la madurez compositiva del grupo. La calidad sonora es impresionante, y cada elemento instrumental ocupa su lugar con precisión quirúrgica.

Un viaje de ocho movimientos

"Paralysis" abre el álbum con pulsaciones de corazón y se desarrolla entre sonidos de ultratumba. Una ráfaga de riffs veloces y teclados se entrelazan sobre una base rítmica acelerada, marcando un arranque poderoso. Dess alterna dulzura y garra, combinando pasajes melódicos con otros más rasgados que aportan dramatismo. Riffs con tintes orientales añaden un aire majestuoso que define la nueva dirección de Easy Rider desde el primer instante.

"Felurian – spanish version" baja el ritmo con un teclado envolvente que crea una atmósfera íntima y etérea. Único tema cantado en español, Dess lo interpreta con una línea vocal muy melódica, sostenida por riffs elegantes. Es una canción pegadiza, para triunfar en directo, que conserva la fuerza emocional del álbum desde un enfoque más sereno.

"Welcome to my Paradise" arranca con riffs distorsionados que pronto se abren paso entre punteos limpios en la que Dess adopta un registro más rasgado, aportando fiereza que encaja con el carácter abiertamente heavy del corte. Las guitarras de Javier Villanueva y Dani Castellanos descargan riffs poderosos sin tregua, cimentando una base sólida y contundente.

"Hear My Voice" surge desde las profundidades con un eco de ultratumba que nos envuelve antes de dar paso a una canción de tempo medio y carácter más comercial. Es uno de los temas más melódicos del álbum, donde Dess se aleja de registros agresivos para ofrecer una interpretación cargada de sentimiento. Su voz, cálida y expresiva, mantiene el equilibrio entre fuerza y delicadeza, mostrando una versatilidad que amplía el espectro sonoro del grupo.

"Prey" ralentiza significativamente el ritmo, entregándonos una balada enorme. Dess suena aquí como un auténtico ángel, y uno no puede evitar sentirse cautivo de su voz, que acaricia cada verso con una mezcla perfecta de ternura y poder, con ese mismo timbre capaz de emocionar sin necesidad de alzar la voz. Es un tema que destila sensibilidad y elegancia que demuestra la madurez vocal alcanzada en esta nueva etapa de Easy Rider.

"Breaking the Chains" nos despierta del hechizo anterior con una sacudida de riffs potentes y pesados. Es como si Easy Rider rompieran las cadenas de la calma para volver a su terreno más duro. Dess recupera su registro más agresivo, con una voz rajada y visceral que transmite pura determinación. A pesar de la contundencia, no es especialmente rápido: lo que manda es la densidad de los riffs y esa sensación de peso que arrastra cada compás de forma liberadora.

"Maniphesto" conserva la dureza del corte anterior pero acelera el pulso con riffs más veloces y un sonido arrollador. Es puro Heavy Metal. Dess despliega toda su garra con una interpretación poderosa, cargada de energía, mientras el grupo suena compacto, contundente, con determinación y fuerza. Se presenta como una "oda al poder del metal y la música como fuerzas de unión", un llamamiento a la sociedad para celebrar la liberación que sólo la música puede ofrecer.

Con "The Deal" llega el estallido definitivo. El doble bombo toma protagonismo desde el primer instante, marcando un ritmo casi diabólico que empuja el sonido sin tregua. Las guitarras crean tensión constante mientras Dess entrega su interpretación más visceral y dura, mostrando la máxima agresividad vocal del álbum. En la parte instrumental, el tema se detiene momentáneamente, generando una atmósfera oscura, casi cinematográfica, que se rompe de manera impactante con el grito más bestial y aterrador de Dess. Es un corte rico en matices, capaz de combinar técnica, dramatismo y potencia con naturalidad aplastante.

Conclusión: Un manifiesto de metal moderno

En "Maniphesto" se aprecia la clara evolución de Easy Rider. Firman un disco sólido y directo, explorando un terreno más progresivo y melódico que en esta ocasión Dess Díaz hace brillar especialmente, mostrando toda su versatilidad al combinar agresividad, melodía y garra. La banda suena compacta, la producción de Dani Castellanos es impecable, y el resultado es un manifiesto de Heavy Metal moderno y progresivo que confirma que la pasión y la fuerza de Easy Rider siguen intactas.

Este es un disco que no solo mira al pasado con respeto, sino que abre puertas hacia el futuro aún más prometedor de la banda. Easy Rider ha demostrado que la evolución no significa traición a los principios, sino madurez en la ejecución de sus interpretaciones. Una continuación casi obligada a ese trabajo de regrabación de antiguos temas con Dess a la voz que nos entregaron hace un par de años y que aguardamos como agua de mayo su reedición en vinilo, por pedir que no sea.


SEGUIREMOS GRITANDO: ¡QUÉ NO PARE LA MÚSICA! ¡QUÉ NO PARE LA CULTURA! ¡QUÉ NO PARE EASY RIDER!