Reseña: Óscar R. Martín (Metal Nostrum)
Tras la intro de The Arsonist, ‘Battle of Harvest Moon’
empieza con una clara declaración de intenciones. La batería todo lo rápido que
se puede esperar, sin parar, con la voz de Tom Angelripper escupiendo las palabras de manera brillante y
característica. Los riffs de guitarra suenan por doquier. ‘Trigger Discipline’
sigue en la misma línea, con algo de pausa, para volver a volarte la cabeza con
sus potentes guitarras.
El cuarto tema, ‘The Spirits That I Called’ es trash metal con
mayúsculas y de quilates, brillante como suena ese martilleo sin parar,
marcando todos los ritmos de la batería. Lo cierto es que el disco engancha
desde el primer tema y desde la primera escucha.
‘Wichthunter’ no da tregua, es una auténtica banda de trash
metal haciendo lo qor saben hacer. Metal en esencia, de ese que parece que se está
perdiendo en estilos que no se sabe hacia dónde van, pero ese es tema para otro
día.La batería es una apisonadora sin concesiones perfectamente engranada con guitarras
apabullantes, a destacar esos cambios de ritmo previos a los solos.
‘Scavenger’ nos da un poco de pausa moviéndose hacia unos sonidos
un poco más pausados. Llevamos ya varias canciones meciendo la cabeza cuan
headbanger clásico y de manera natural, embebidos con los ritmos contagiosos de
la band. Es un muy buen tema, con sus pausas y un poco de tregua para enlazar
riffs brillantes de nuevo.
Con ‘Gun Without Groom’ volvemos a la contundencia aunque
resulte algo embarullado por lo que la declaramos prescindible.
‘Taphephobia’ es un tema algo más sucio que el resto, aunque
con un excelente cambio de ritmo. Según avanza te cautiva con el contrapunto de
las voces más limpias para acabar siendo una buena descarga, en la línea del
notable alto de todo lo escuchado
‘Sane Insanity’ comienza demoledor, sigue demoledor y acaba
siendo otra buena descarga de riffs imparables con poca tregua.
‘A.W.T.F’ y ‘Twilight Void’ continúan de forma brillante en consonancia con todo el álbum.
Aunque comience de forma más pausada, ‘Obliteration od the
Aeons`’ con ese riff más lento y pegadizo, es un gran tema que va enganchando
sin soltar tu atención.
El cierre con ‘Return to god in parts’ comienza con un riff
que se van acelerando, con el típico sonido del resto del álbum, todo
contundencia, no podía ser de otra manera. Magnifico cierre para un álbum de
notable alto, que demuestra que la banda está en una forma envidiable.
SODOM, Metal puro en esencia tras 17 Álbumes y 40 años de
historia y llegan y nos regalan un disco brillante, apabullante. Quien tuvo, retuvo.