Jean-Louis Barragán
Hoy Tenemos con nosotros para charlar sobre su carrera y sus futuribles a Jean Louis Barragán, guitarrista, compositor, productor y por encima de todo, una gran persona. Un invitado muy especial del que me declaro profundamente admirador y no sólo por haber colaborado con él en algo que comentaremos a continuación.Muchas gracias Alberto
Te
agradecemos que saques tiempo para brindarnos la oportunidad de charlar
contigo. Sabemos que yo realmente sé que eres un músico muy muy muy ocupado.
Así es, afortunadamente.
La
primera y más obvia pero no menos importante, ¿Quién es Jean Louis Barragan y
como empiezas en este mundo de la música?
Me considero más que guitarrista,
me considero músico, gran amante de la música, gran coleccionista, bastante
ecléctico. Siempre he opinado que hay dos tipos de música, la buena y la mala,
a partir de ahí no me gustan las etiquetas y siempre considero que una buena
canción o una mala canción puede ser de cualquier estilo, pero una canción buena
siempre será una canción buena independientemente de la etiqueta que le podamos
poner, al igual que hay jazz soporífero, también hay música jazz bastante
agradable de escuchar. Así con todos los estilos. Pero más que nada me
considero un músico de filosofía y actitud bastante rockera. El veneno de la
música lo llevo dentro desde bien jovencillo, era un chico no acorde a su edad.
Quiero decir que, por ejemplo, lo de los Parchís me lo salté y entré
directamente a Pink Floyd, la Creedence, los Rolling, Elvis Presley, esos
fueron mis primeros grupos con siete u ocho años.
Me acuerdo de cuando viajaba con
mis padres y parar en las gasolineras, el primer sitio donde iba era ir a ver
las caseteras estas que tenían, a ver qué podía pillar y llegar a mis padres
para comprar algún casete, algunas cosas no las conocía, pero siempre la
portada me llamaba la atención, digo esto es rockero, esto me va a gustar e
intentaba que mi padre me comprase alguna. Las versiones originales, esa
siempre era la coletilla que ponían. Te estoy hablando de los 70. Los Rolling,
me gustaba muchísimo Pink Floyd. Me acuerdo que me juntaba con los amigos de mi
hermano y se quedaban un poco prendados y decían, este niño, ¿qué hace
escuchando esta música? Que no era para nada propia de mi edad.
Me acuerdo una anécdota, estaba
recién llegado de Francia, en Cartagena, me acuerdo pasar por un garaje, un
taller de mecánica de coches y tenían a todo volumen, yo tendría siete años más
o menos, Black Betty de Ram Jam y me quedé prendado, qué era ese ruido que me
gustaba tanto
Siguiendo con tus inicios, ¿qué nos puedes decir de Gradhen?
Me quedo sorprendido Alberto,
escuchar esos discos a día de hoy; lo jóvenes que éramos, los buenos músicos y
los buenos compositores. Me llama la atención eso, no tendríamos más de diecisiete
o dieciocho años. El primer disco lo produjo Julio Castejón de Asfalto. Yo
tendría diecinueve o veinte años cuando entré al estudio y recuerdo que fue una
época muy bonita. Nos lo trabajábamos bastante en serio, ensayábamos todos los
días, de lunes a viernes, por la tarde y el fin de semana por las mañanas,
estábamos todo el día tocando música, componiendo,
fue una etapa muy bonita de mi vida.
Un
inciso, ¿fue tu primera banda?
Antes de eso fue otra banda que
era Culto al Deseo, con diecisiete años y más tarde se unió con Gradhen, nos
quedamos con el nombre, y ya fue cuando grabamos ese primer disco, grabado en
la Factoría El Molar, producido por Julio Castejón, y me acuerdo que fue un
disco que lo iba a sacar EMI, que por entonces había sacado el segundo disco de
Sangre Azul; le encantamos al director de EMI que por entonces estaba en Sudamérica
con Paloma San Basilio y nos dijo que a la vuelta firmaríamos con EMI, que para
nosotros imagínate lo que era. La proyección con un sello tan potente con EMI. Cuando
volvió este señor, lo echaron. Todos los planes que tenía este señor, no
cogieron ninguno. Al final salió el disco con el sello de Julio Castejón, que
es Libélula Records. Esa es la historia de ese disco.
¿Por
qué la guitarra eléctrica? ¿y qué te influenció para decantarte por este
instrumento?
Fue la guitarra la que me eligió
a mí, no yo a la guitarra. Me acuerdo que me gustaba tanto que me hacían las
guitarras de madera, entonces una guitarra eléctrica no se veía tan a menudo
como ahora, que incluso ahora una guitarra eléctrica se puede comprar por
internet. Recuerdo al salir del internado en Guadalajara parar en una tienda
con guitarras eléctricas y bajos en el escaparate y quedarme media hora
prendido, sin entrar a la tienda, viendo el escaparate, viendo esas guitarras
eléctricas y que cogía todo detalle para hacerme una guitarra de marquetería
que la tengo por ahí con todo tipo de detalle, para para hacer guitar-air favor,
me ponía los discos de Kiss y hacía que tocaba, todo esto bien jovencillo y
hasta los 12 años no empecé a aprender a tocar la guitarra.
Aparte
de la guitarra, ¿tocas algún otro instrumento?
Sí, un poco la batería, el bajo,
la mandolina, el ukelele, el laúd, el teclado. Como productor sabes que tenemos
que tocar un poco de todos, pero mi instrumento es la guitarra y más o menos
todo lo que tiene cuerdas, menos el violín.
Para
un guitarrista contrastado como tú, por ejemplo, ¿hay mucha diferencia entre tocar
la guitarra y un instrumento como el ukelele o la mandolina?, ¿es muy
diferente?
Cada instrumento es bien distinto
y cada instrumento tiene un lenguaje. Aunque pueda parecer igual una guitarra
eléctrica o una guitarra española o una guitarra acústica, que es lo más
parecido a lo que hay entre las guitarras, son todas diferentes, todas tienen
una técnica distinta y todas tienen un sonido. Al igual que cuando coges un
bajo, que tiene también cuerdas, la pulsación es parecida, pero no es igual, no
se saca el mismo sonido, quiero decir que cuesta aprender a tocar el bajo. Un
músico que sepa armonía, pues tarda un tiempo en conseguir que ese bajo suene,
tiene una técnica, se toca con la púa, con los dedos, pero los trastes son
mucho más anchos y son distintas técnicas, distintos sonidos. Por ejemplo, uno
que es el ukelele, tiene cuatro cuerdas y son como las cuatro primeras cuerdas
de una guitarra con una cejilla en el quinto traste. A partir de ahí tú puedes
transportar los acordes, pero también tiene su técnica, los trastes son más
pequeños, al igual que la mandolina que tiene la afinación del violín. Y te
puedo decir que son parecidos, pero nada igual. Cada uno tiene su sonido y cada
uno tiene su técnica y todos ellos requieren de muchas horas de dedicación,
porque aunque parezca que son iguales, no lo son para nada.
Entre los tipos de guitarra
española, eléctrica y acústica, no tiene nada que ver una con otra. Hay guitarristas
muy buenos de española que no dan pie con bola con una eléctrica y viceversa.
Hay guitarristas muy buenos de eléctrica que cogen una española y no saben
hacerla sonar.
Es una pregunta muy interesante,
porque hay gente que está un poco equivocada con esto y es verdad que una guitarra
española no tiene que ver con una eléctrica ni con una acústica, son
instrumentos totalmente diferentes con distintas técnicas, al igual que conozco
también grandes músicos de jazz que le pones una distorsión y no suenan para
nada. Por ponerte un ejemplo, y tocan el mismo instrumento. Tocar con
distorsión es todo un arte, tiene unas formas que no tienen que ver con tocar
en limpio, los sonidos hacen mucho ruido, tienes que tener una técnica muy
depurada, porque el sonido de distorsión ya de por si es muy ruidoso y tienes
que ser muy limpio tocando, tienes que estar muy atento de que no se te cuele
ningún ruidito.
Vamos
a seguir haciendo un poquito de historia: Durante muchos años fuiste guitarra
de La Guardia.
Casi veinte años.
¿Qué
recuerdos tienes de esa época?
Fue una época bastante bonita. Yo
venía de haber grabado dos discos con Gradhen. Después hicimos un grupo de
versiones de rock que entonces fuimos de los primeros grupos en hacer eso, que
fue Tráfico, estábamos Tráfico y Apache, que eran los grupos haciendo ese tipo
de versiones de rock, fue un éxito porque no es lo mismo que un grupo orquesta
haga temas de rock a que un grupo de rock, como éramos nosotros, hacer un
concierto de rock con temas bastante populares, y nuestro éxito fue en parte
porque hacíamos temas poco comunes entonces en los escenarios entonces nadie
hacía temas de Led Zeppelin ni de Van Halen y ni de Pink Floyd y nosotros
empezamos a llevar esos temas que todo el mundo escuchaba pero que no tenía la
oportunidad de verlo en directo, fue un éxito tremendo, estuve como siete años,
pero mi mundo en la música es mucho más creativo y hasta ahí llegamos. De ahí
pasé a un grupo que se llamaba Los Cocodrilos, de canción pop, y de ahí pasé a
La Guardia, que era un grupo con mucho mestizaje, de rock fronterizo, con pop,
con música country, y la verdad que tenía un repertorio bastante disfrutable. Y
en directo le dábamos bastante caña. Nos recorrimos varios países extranjeros y
la piel de toro unas cuantas veces.
Además
colaboraste también con Danza Invisible, has compartido escenario con
innumerables artistas y grupos como Asfalto, Raimundo Amador, Carlos Segarra
(Los Rebeldes), Javier Andreu (La Frontera), José Antonio García (091), José
Luis Jiménez y Lele Laina (Topo), Pablo Perea, José Carlos Molina (Ñu)…
Grandes amigos que han ido
participando en el proyecto de Amigos de Barra.
¿Cómo
se consigue eso? ¿Trabajo o cabezonería?
El trabajo es importante y la
cabezonería aún más. En este mundo el truco es insistir y llega el que no lo deja.
A día de hoy estamos con nuevos proyectos sin perder la ilusión, la música es
un veneno que tenemos dentro y que no nos lo podemos quitar. Hemos nacido con
esto y por mucho que queramos no lo podemos dejar.
Hablemos
de un proyecto más actual, que me imagino que hablando de esa cabezonería, pero
de ese buen hacer que tienes, en la actualidad eres guitarrista principal del
elenco de Malinche.
Sí, llevo la dirección musical de
Malinche y además guitarrista.
¿Cómo
surge esa oportunidad y qué te ha aportado personalmente trabajar con Nacho
Cano?
Vino en un momento bastante bueno para mí el que me llamase Nacho Cano. Es un músico tremendamente perfeccionista, lo que me gusta de trabajar con él es que siempre te saca de tu zona de confort, te exige y te hace ser mejor persona y mejor músico. Es una persona que te inculca el “tú puedes”. Lo que ha hecho con Malinche es una ópera de rock como las que nosotros conocemos de los setenta, como Tommy, Cuadrophenia, que hoy en día lo llaman musicales, pero no deja de ser una ópera de rock, muy ecléctica, con pasajes muy heavy, de música blues, de funky, de jazz, de música clásica, flamenco y me sacó de mi zona de confort, me tuve que poner las pilas. Yo cuando me entregaron el repertorio, pensaba que había dos guitarristas, un guitarrista eléctrico y acústico, que era yo, y otro guitarrista clásico y flamenco, que se suponía que iba a ser otro.
¿Qué
cara se te quedó cuando llegaste al primer ensayo?
Luego cuando me dijeron: no, no,
las guitarras la haces tú todas. Me acuerdo, yo que no soy muy ducho con la guitarra
española, lo típico de canciones de iglesia y poco más, cuando me enteré que
tenía que hacerlo yo todo, me puse las pilas con la guitarra española. De hecho
yo no tenía guitarra española, la tuve que coger en el taller de música donde
yo daba clases y empecé a practicar y a ponerme las pilas con la guitarra
española. Los puristas del flamenco, por ejemplo, tocan con los dedos, yo
empecé a tocar con la mano, pero no le sacaba sonido, era incapaz, no me gustaba
como sonaba y apliqué la técnica del country, que me había pasado muchos años
con La Guardia, que es el ‘finger picking’, que es con la púa y los dedos y eso
lo transporté al mundo de la guitarra española y ya me gustó bastante como
sonaba, y digo: si me gusta a mí, le va a gustar a ellos y así fue como lo
logré engañar, porque si Nacho se entera de que yo no había tocado una guitarra
española, pues no soy yo
Los puristas creo que debieron de
poner el oído y decir, bueno, me gusta.
Esperemos
que no nos esté escuchando ahora.
Ya no me importa, ya se lo conté,
no daba crédito.
Vamos,
que como nos explicó Sofía Guilarte, que es también una espectacular guitarrista,
nunca es tarde para aprender a tocar un instrumento…
Exacto, nunca es tarde. Todo es
todo el trabajo y es verdad que la guitarra es muy esclava, para mantenerse a
nivel de virtuosismo tienes que estar todos los días tocando. Ahora llevo una
racha en la que estoy tocando diez horas diarias o doce, una barbaridad. Y no
hay otra forma, cuando la gente te ve tocar piensa que es fácil, y nadie regala
nada, hay mucho trabajo detrás de todo eso.
Detrás de cada arte hay toda una
vida, muchas horas muchos estudios.
¿Y no
hay días que dices, fuera de aquí, harto de la guitarra?
Antes de la entrevista estaba
preparando un repertorio, estaba tocando y tengo, efectivamente, los dedos
doloridos. Llevo guitarreando desde que me he levantado. He parado a comer y
ahora he parado para la entrevista. Pero bueno, mis dedos lo agradecen.
¿Tocar
o descansar?
Descansar.
Y
fuera de lo que es Malinche continuas con Amigos de Barra, sin embargo sabemos
que estás acabando de dar forma a un nuevo proyecto denominado Jeffe, con el
que yo personalmente he colaborado, no sólo con vuestro primer single del que
soy letrista, sino también la imagen del grupo, déjame que haga también un poco
de promoción propia, ¿se trata de combinar ambos proyectos o serán totalmente
diferentes?
Amigos de Barra nació con unas
canciones que yo tenía guardadas en un cajón que me parecían muy buenas, que
iban a ser el tercer disco de Gradhen, yo no paré nunca de componer, y en esa
época yo estaba con La Guardia, no tenía ninguna banda donde desarrollar esos
temas y lo que hice fue juntar a mis amigos para dar forma a ese disco. Me
acuerdo que juntamos como unos treinta temas, de ahí descartamos a 20 y de ahí
nos quedamos con esos 15. Echando un vistazo empezamos a decidir que esta
canción para Julio Castejón, esta otra para José Luis de Topo, está para Pablo Perea
de La Trampa y así fue como hicimos el disco, decidiendo quien tocaría en cada
una y es un disco maravilloso donde participaron cuarenta y cinco músicos y
cada tema es una banda distinta, el punto de unión de todos los temas era yo a
la guitarra. Fue un disco para mí muy especial, porque se juntaron como tres
generaciones de músicos, mis ídolos con gente de mi quinta; también grupos como
Los Secretos, La Guardia, La Frontera, Modestia Aparte, La Trampa, con alumnos
míos que se hicieron profesionales. Logré reunir a tres generaciones de músicos.
Fue un regalo que me dio la vida, porque jamás pensé que yo iba a trabajar con
ellos, sino que ellos iban a grabar mis canciones y que iban a estar producidos
por mí. Así es como nació Amigos de Barra, que justamente es la filosofía de
juntarnos amigos y dar rienda suelta a nuestra imaginación en el estudio y
sobre todo divertirnos.
¿Aún
se puede conseguir en algún sitio?
La gente que los quiera puede contactar directamente conmigo. Son discos que no están en tiendas. Ya sabemos que apenas existen las tiendas. Me quedan pocos, la verdad. Estoy pensando en reeditar en vinilo los dos primeros discos que solamente salieron, por el tiempo en el que se grabaron, en CD. El tercero y el cuarto sí que salieron en vinilo. En un futuro, si es posible, sí que me gustaría reeditar esos discos en vinilo. Los discos se pueden conseguir a través de mi persona.
Luego sale el ‘Código de Barra’
que fue unos peldaños más arriba y fue un disco bastante especial también para
mí. Luego vino ‘Barra Libre’ que para mí supone subir unos peldaños más arriba
y luego fue el doble disco en directo, que se editó también en vinilo y en CD,
que fue el único disco en directo que se grabó en tiempo de pandemia. ‘Tren Directo
al Rock and Roll’, un disco que está grabado sin trampa ni cartón, directamente
de la mesa, en dos pistas, L y R en estéreo y lo que oye la gente en el disco
fue lo que allí aconteció, porque no se grabó por pistas, con lo cual no se
pudo retocar absolutamente nada. Un disco donde están todos los fallos pero
también lleno de actitud en una época que los músicos queríamos recuperar
nuestra vida tras estar encerrados unos años en casa por la pandemia y salimos
como los toros a la plaza, con una energía y con una fuerza increíble, unas
ganas de recuperar nuestras vidas. Un disco especial con una banda especial,
puesto que no se pudo reunir la formación original porque uno estaba en Ibiza, otros
trabajan en León y entonces tiramos de los músicos que tenía en ese momento más
cerca y algunos eran de Amigos de Barra, pero otros no. Fue una cosa bastante
especial, como eso continuamente estaba cambiando de un día para otro, no
sabíamos que iba a pasar. De pronto se abría un poco las puertas, de pronto se
volvían a cerrar y hasta que no estuvimos en la prueba de sonido no teníamos
constancia de si íbamos a tocar o no y con la suerte de que, intuyendo a lo
mejor el concierto tan especial que tuvimos, el técnico lo grabó sin que lo
supiésemos nosotros.
Los
técnicos de sonido cuando quieren hacen bien su trabajo.
No, no es que hagan bien su
trabajo. Es que hacen una cosa que en este caso fue sencilla como darle a la
tecla del REC.
Algo
que parece que a veces cuesta tanto. A veces no. En nuestra experiencia parece
que cuesta demasiado hacerlo. Desde aquí un saludo a los técnicos de los que
tenemos mucho aprecio, en serio.
¿Que seríamos los músicos sin
ellos? Son los responsables del sonido, estamos en sus manos totalmente. De lo
que ellos hagan depende en gran medida como suene la banda.
Hablando
de ese primer single de Jeffe, ‘La Balada del Gato Negro’, ahora que no nos
escucha Alberto, ¿en qué momento surge la idea de una colaboración con él?
Alberto y yo somos amigos de un grupo que tenemos por WhatsApp, de fanáticos del mundo de la música y sobre todo del vinilo. Un grupo que me encanta, pues que, puesto que hay grandes amantes y grandes artistas, gente como Alberto, que es fotógrafo, escritor, en el grupo también hay bastantes músicos, está Tony Torres, está Manu Laca, y la verdad que lo pasamos muy bien porque hablamos muchísimo de música, también hablamos de otras cosas, pero sobre todo en el 90% hablamos de música. Alberto compraba mis discos y lanzó la primera novela de ‘La Balada del Gato Negro’ y la compré, lo leí y me quedé prendado, estuve enganchado a la novela de principio a fin, y a partir de ahí empezamos a hablar de esa canción. La novela cuenta la vida de un músico, batería profesional, y le da un vuelco la vida de ciento ochenta grados, y a partir de ahí estudiamos dar forma real a esa canción y que no solamente fuese ficticia, sino que fuese una canción real, una cosa que a mí pues me da mucha gratitud el poder hacerla. Por la historia que cuenta tenía que ser un tema progresivo y la música tiene mucho que ver con la letra, empieza tipo balada muy triste, pero luego termina con mucha fuerza, con mucha energía, llena de vida, como el resurgir del Ave Fénix y creo que ha quedado una canción bastante buena en cómo se ha unido esa letra con la música.
Vamos a
hablar un poco sobre actualidad y planes de futuro. ¿Qué nos puedes decir sobre
esto? ¿Qué tienes en mente para el futuro y ahora mismo?
Ahora mismo estamos terminando de
grabar el disco de Jeffe, que debo decir que iba a ser el nuevo disco de Amigos
de Barra. Hicimos una preproducción en casa de Enzo Filippone, el batería,
junto con el cantante Javier Alcón, e hicimos todos los temas. Nos dimos cuenta
que era un proyecto que había cogido mucho peso y sobre todo mucha personalidad,
que lógicamente ese trabajo era la suma de nuestras tres personalidades y que
no tenía sentido que saliese como Amigos de Barra, sino que era un proyecto con
un sello y una etiqueta bastante definidos, creo que es lo más rockero que he grabado
hasta hoy en día. Estamos muy orgullosos de los temas, que el primer single que
hemos sacado, que por la urgencia que tenía que ser ‘La Balada del Gato Negro’,
que es el tema más rebuscado y el tema menos comercial. Hay temas con mucha
influencia de Queen, de Thin Lizzy, Rainbow. Un disco muy muy elaborado y estoy
deseando que lo escuche la gente, creo que va a gustar mucho, tenemos muy
buenas sensaciones con esto, pero al final siempre la última palabra la tiene
el público. Pero bueno, viendo la acogida que ha tenido la canción de adelanto que
es una canción que requiere de muchas escuchas para sacar la chicha, no es una
canción inmediata. Visto cómo ha sido acogida, la verdad es que estamos
bastante contentos. Tuvo bastantes visualizaciones el vídeo, nada más en el
primer día se llevó a las dos mil y pico visualizaciones, que nos quedamos un
poco sorprendidos y sigue creciendo así que muy contentos con esto.
Hablando
de Jeffe, en la formación de la banda aparte de ti a la guitarra y Javier Alcón
a la voz, incluye al teclista Quino Lucas, a Carlos Guardado al bajo y a la
batería nada menos que Enzo Filippone. Un pedazo de banda la que has montado.
Sí, una barbaridad.
¿Y en
qué momento de estabilidad está el proyecto, aunque se está iniciando? ¿Y cómo
lo ves a medio o largo plazo, porque nunca se puede aventurar nada, y menos en
los tiempos que corren?
Te voy a decir una cosa, Alberto.
Ya estamos componiendo para el segundo disco. Las canciones que habíamos hecho
ya en la preproducción, muchas de ellas eran canciones que yo había compuesto
en la pandemia y sigo componiendo, nos seguimos juntando y estamos ahora
haciendo canciones que saldrán en el segundo disco y queremos... Bueno, estamos
terminando de grabar este primer disco e inmediatamente pues seguir grabando y
cuando lo tengamos listo, a lo mejor dentro de un año, sacar el segundo. Queremos
llevar esto a los escenarios, hacer una gira en condiciones y llevar este
proyecto con una banda ya establecida, que no lo podía hacer cuando estaba con
Amigos de Barra, por mis compromisos con La Guardia no podía hacer
absolutamente nada, aunque sí que hacíamos conciertos, pero claro, eran
rebuscar entre las fechas porque estaba continuamente tocando con ellos. Ahora
va a ser distinto, puesto que nos queremos dedicar más tiempo a este proyecto
que la verdad que nos tiene con bastantes ganas. Tenemos muchas ganas de tirar
para adelante con este nuevo proyecto.
La siguiente cuestión que te íbamos a plantear
está muy relacionado con lo último que acabas de comentar. El proceso de
grabación está bastante avanzado, ¿cuándo tenéis previsto editar material en
formato físico, ¿hay una fecha?
Creo que en este año de 2025
estarán los discos, dependiendo también luego de la fábrica, porque nosotros
antes del verano creo que el disco va a estar totalmente grabado y a partir de
ahí pues lo que tarden en fabricar. Me acuerdo cuando hicimos Barra Libre,
había mucha demanda de discos y no tantas fábricas. Ahora han hecho más
fábricas y no creo que haya tanto problema. Pero recuerdo que una vez que
entregamos el disco, esperar seis meses hasta que me lo devolviesen para que la
gente lo pudiera tener en la mano. Para Navidad o un poco antes, esperamos que
la gente ya lo pueda tener en las manos en formato físico.
Respecto
a tocar en directo, ¿será después del lanzamiento?
Sí, queremos hacer una bonita
presentación y supongo yo que se hará para después del verano noviembre o diciembre.
Tendremos a ver cómo van saliendo las costas pero si se junta para octubre pues
al mejor para octubre vamos a ver
¿Os
dejaréis caer por Galicia?
Nos encantaría, es una asignatura
pendiente, tengo allí muchos amigos y todo es hablarlo. Habrá que estudiar
hacer allí también la presentación y tocar ‘La Balada del Gato Negro’
Antes
dejamos apartado un poco Amigos de Barra, quisiera saber si ese proyecto va a
quedar, será aparcado por Jeffe o también continuarás con ello.
¿Habrá
más presentaciones en directo de Amigos de Barra?
Sí, siempre que hemos sacado un
disco nuevo de Amigos de Barra, siempre hemos hecho una presentación en
condiciones. Tengo grandes recuerdos porque cuando hicimos la presentación del
primer disco, tuve la suerte de que todos los músicos que habían colaborado
subieron a tocar al escenario. Tengo un dato curioso que fue después de muchos
años, junté en el escenario tocando a la vez a Julio Castellón, Lele Laina y
José Luis Jiménez, de Asfalto, y después de un concierto increíble, la lástima
fue, eso lo hablé en su día con el técnico de sonido, que me dijo: que
concierto más mágico, está en el top 5 de mis conciertos en toda mi vida, es un
gran técnico que ha tocado con Ketama, con Amor Brujo, yo que sé el mogollón de
grupos y dice: tenía que haber grabado ese concierto, pues ese no lo grabó.
¿En Jeffe
incorporarás alguna canción del repertorio de Amigos de Barra?
Lógicamente cuando toquemos con
Jeffe, aunque tocaremos todas las canciones del disco, alguna se colará de
Amigos de Barra, eso seguro.
Aprovechando
tu presencia con nosotros, alguien como tú, con tanta experiencia y tantos años
en el mundo de la música, nos gustaría conocer tu opinión sobre la situación de
la escena rockera nacional. ¿Piensas que hay futuro o que se acabará con
nuestra generación?
Es una buena pregunta. Algunas
veces veo grupos de chicos jóvenes tocando y digo: hay futuro. Lo que no me
gusta es como hoy en día se está consumiendo la música por plataformas como Spotify.
Yo soy de la generación de disfrutar el vinilo, tocarlo, olerlo y tenerlo en
las manos, supongo que al igual que con un libro. Y las nuevas generaciones
están perdiendo un poco eso. Yo me acuerdo que nosotros agarrábamos todo
nuestro dinero de la paga de un mes para comprarnos un vinilo, poníamos ese
vinilo y mientras lo escuchábamos nos leíamos todos los créditos del disco,
sabíamos qué músico habían participado, dónde estaba grabado, quien lo había
producido. Hoy eso, con las plataformas, la gente apenas se sabe la letra, para
ellos es la tres, la cuatro, se están perdiendo un montón de información, no
conocen a la banda, no conocen a los músicos, no saben qué guitarrista grabó
esto, no saben quién lo ha producido y nuestra generación todos esos datos sí
que los estudiamos cuando escuchábamos el disco y nos releíamos toda esa información
que salía en el vinilo, y es una cosa que a mí me entristece bastante.
Contaros que este disco de Jeffe lo estamos grabando en directo, como tributo a los grupos que nos hicieron subirnos a los escenarios y dedicarnos a este mundo maravilloso de la música; y que antes para grabar discos había que saber tocar. Hoy en día con los ordenadores, si alguien desafina, se corrige, si alguien se va de tiempo, se corrige. Nosotros, como tributo a esos discos que nos hicieron subir al escenario, estamos grabando en el estudio en directo, tocando todos a la vez, y es verdad que recoge una energía que de otra forma sería imposible. Eso me da que pensar un poco que la gente o los chicos jóvenes que quieren aprender algún instrumento no dediquen tanto tiempo y tantas horas a llegar a controlar y no sé lo que pensarán esos mismos chicos cuando pagan un concierto y no ven músicos en directo, nada más que ven a una tipa o a un tipo y cuatro bailarines moviendo el culo y la música está secuenciada y mirar al representante que está a mi lado y digo, ¿dónde están los músicos? En ese caso eran tres chicos cantando encima de un playback y el hombre me hizo así con los hombros como diciendo, no hay. Entonces yo no apoyo absolutamente eso, al igual que por ejemplo un musical que se llama musical porque se supone que hay música en directo y hay musicales que disparan la música, que no hay ni músicos. Defiendo a muerte que cuando vaya a ver un concierto o cuando vaya a ver un musical, que por eso se llama musical, haya músicos en directo tocando. Eso para mí es muy importante, es una cosa que tanto los promotores como los músicos profesionales tenemos que luchar para que no se pierda, pero a día de hoy, hay un tanto por ciento muy elevado de conciertos sin músicos. Yo no voy a ver un concierto directo si no hay músicos, me pongo el disco porque voy a escuchar exactamente lo mismo. La música en directo es impredecible, no sabes qué va a pasar. Un solo puede durar cuatro compases más porque al guitarrista está endiablado y está eufórico y hace un gesto para marcarse dos ruedas más de solo y eso queda ahí. Led Zeppelin podían hacer que el ‘Whole Lotta Love’ se fuese a 20 minutos en contraposición de la grabación del disco, que duraba seis minutos, esas cosas ocurrieron en un concierto porque los músicos tocaban en directo y había una complicidad y lo bonito de aquello es que no sabías qué iba a pasar en justamente ese día. Si tú vas a tocar y disparas la música, no hay nada de sorpresa. Ya sabes lo que va a pasar, no puedes hacer nada, está todo enlatado y ese solo de guitarra no va a durar más de la cuenta, ni menos, porque ya está definido. Se pierde lo que es la música en directo, que es esa sorpresa, los músicos no estamos siempre igual y eso influye mucho a la hora de tocar y todo eso se transmite, esa euforia que tú tienes o esa tristeza, esa alegría se transmite en cada nota que tú tocas. Es una locura que no sea así, no sé cómo se puede defender eso, desde luego yo no pago ni duro por ver un concierto así.
Somos
unos románticos.
Creo que esto explotará de alguna
forma. Lo que me sorprende mucho es que la gente trague con eso. Al igual que
jamás me imaginaría un concierto multitudinario de un DJ. Un tío que sale ahí
poniendo discos, es como irse a la discoteca con mucha gente, sí que tendrá su
arte, no lo discuto, pero no es un concierto.
Perfectamente
explicado y es más, ya no sólo pasa eso que tú comentas de la bailarina con los
bailarines, que no hay música; es que yo también percibo que se normaliza y eso
pasa también en la escena del rock. Tener que dar un concierto y el bajista se
pone enfermo, no hay problema, metemos el bajo sampleado, está grabado y
tocamos sin bajista y se está normalizando.
Lo sorprendente es que el público
no se queja, traga con ello
Y los
músicos de los eventos lo normalizan también como que no pasa nada por no estar
el bajista, y que si eres el único que
se queja, es que eres un tal, es que eres un purista, es que eres un no sé
cuánto. No, simplemente me quejo de lo que he visto y yo no puedo decir que has
hecho un bolazo cuando te falta un miembro del equipo.
Además que un músico nuevo aporta
otra energía y otra actitud al grupo. No es lo mismo Whitesnake con Neil Murray
al bajo que con Mendoza, los dos tocan el bajo, sí, pero cada uno tiene su
personalidad y no tiene nada que ver, al igual que los guitarristas Mickey
Moody o Bernie Marsden, cuando entró John Sykes, tocan todos las guitarras sí,
pero no tienen nada que ver uno con otro, no es comparable a que un músico
puede cambiar totalmente un bolo
Para
finalizar, vamos a distender un poco la conversación y conocer tus gustos a
través del cuestionario rápido de Metal Nostrum que hacemos a todos nuestros
invitados y así conocer un poco más sus gustos musicales. En tu caso, pueden
ser bandas, o solistas de las seis cuerdas, quien tú estimes.
Banda
que te gustaba pero ya no: soy bastante fiel a mis gustos.
Banda
sobrevalorada: Todos los grupos tienen su validez.
Banda
infravalorada: Black Country Communion, creo que se llama, era la banda
que formó Glenn Hughes con Joe Bonamassa, con Jason Bohan y Derek Serian, el
teclista. Hicieron cuatro discos, y creo que esa banda se merecía una oportunidad.
Banda
que amas: Led Zeppelin
Banda
de culto: The Cult
Banda
que puedes escuchar una y otra vez: Pink Floyd
Banda
que te hizo enamorarte de la música: Los Beatles, sin lugar a dudas.
Banda
que cambió tu vida: Van Halen
Placer
culposo, alguna banda o artista que nadie pensaría que te gusta: Earth,
Wind & Fire, Tower of Power o Kool & the Gang
Banda
que te faltó ver en vivo y te hubiera gustado: Boston
¿Cuál
es el disco más imprescindible en tu colección?: 1984 de Van Halen y
Back in Black de AC/DC
¿El
mejor disco que has escuchado en los últimos doce meses?: Pocurpine Tree
con Steve Wilson, me gusta mucho el último. De los músicos actuales que están
haciendo cosas interesantes, Neil Morse y Steve Wilson dentro del progresivo,
que es una música me gusta mucho, me parece artistas muy valientes y muy
auténticos, defendiendo esa música que les gusta y actualizarla, me parece un
artista muy ecléctico
Por
último sí quieres añadir alguna cuestión…
Lo primero, la gente que quiera
conseguir mis discos, por medio de la página de fans en Facebook y en
Instagram, de Amigos de Barra, de Jeffe y también las vías personales,
Jean-Louis Barragán.
La otra cosa que quiero decir,
que si nosotros, los padres, como responsables de nuestros hijos, si les
enseñamos o les ponemos un instrumento en las manos, quizás los apartemos un
poco de las pantallas. Es verdad que se quedan embobados y yo muchas veces me
enfado y digo, el tiempo tan precioso que están gastando ahí, si realmente
pusieran esa energía en aprender un instrumento, pues tendría mucho más valor,
me parece una pérdida de tiempo lo de las pantallas y que gasten el tiempo en
otras cosas, gasten el tiempo en aprender a tocar un instrumento, que todos
sabemos que requiere mucho tiempo, muchas horas, eso puede hacer que los aparte
un poco de las pantallas y que los chicos cuando se junten y se agrupen que
hablen entre ellos. Me quedo sorprendido porque muchas veces paso por la calle
y veo un grupo de jóvenes que están todos con los móviles, no hablan entre
ellos y sentarse en un banco y me quedo sorprendidísimo. Me dan ganas de
quitarles el móvil y tirárselo y decirles, hablen entre ustedes. Que dejen un
poco las redes y salgan a la calle y salgan a jugar, charlar entre ellos y jueguen
a juegos que no sea de pantalla sino de contacto físico, como nosotros teníamos
entonces, que eso se fomentaba la imaginación y la creatividad, no te quepa duda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario