head

jueves, 3 de julio de 2025

Entrevista Metal Nostrum: Jean Louis Barragán

 Jean-Louis Barragán

Hoy Tenemos con nosotros para charlar sobre su carrera y sus futuribles a Jean Louis Barragán, guitarrista, compositor, productor y por encima de todo, una gran persona. Un invitado muy especial del que me declaro profundamente admirador y no sólo por haber colaborado con él en algo que comentaremos a continuación.

Muchas gracias Alberto

Te agradecemos que saques tiempo para brindarnos la oportunidad de charlar contigo. Sabemos que yo realmente sé que eres un músico muy muy muy ocupado.

Así es, afortunadamente.

La primera y más obvia pero no menos importante, ¿Quién es Jean Louis Barragan y como empiezas en este mundo de la música?

Me considero más que guitarrista, me considero músico, gran amante de la música, gran coleccionista, bastante ecléctico. Siempre he opinado que hay dos tipos de música, la buena y la mala, a partir de ahí no me gustan las etiquetas y siempre considero que una buena canción o una mala canción puede ser de cualquier estilo, pero una canción buena siempre será una canción buena independientemente de la etiqueta que le podamos poner, al igual que hay jazz soporífero, también hay música jazz bastante agradable de escuchar. Así con todos los estilos. Pero más que nada me considero un músico de filosofía y actitud bastante rockera. El veneno de la música lo llevo dentro desde bien jovencillo, era un chico no acorde a su edad. Quiero decir que, por ejemplo, lo de los Parchís me lo salté y entré directamente a Pink Floyd, la Creedence, los Rolling, Elvis Presley, esos fueron mis primeros grupos con siete u ocho años.

Me acuerdo de cuando viajaba con mis padres y parar en las gasolineras, el primer sitio donde iba era ir a ver las caseteras estas que tenían, a ver qué podía pillar y llegar a mis padres para comprar algún casete, algunas cosas no las conocía, pero siempre la portada me llamaba la atención, digo esto es rockero, esto me va a gustar e intentaba que mi padre me comprase alguna. Las versiones originales, esa siempre era la coletilla que ponían. Te estoy hablando de los 70. Los Rolling, me gustaba muchísimo Pink Floyd. Me acuerdo que me juntaba con los amigos de mi hermano y se quedaban un poco prendados y decían, este niño, ¿qué hace escuchando esta música? Que no era para nada propia de mi edad.

Me acuerdo una anécdota, estaba recién llegado de Francia, en Cartagena, me acuerdo pasar por un garaje, un taller de mecánica de coches y tenían a todo volumen, yo tendría siete años más o menos, Black Betty de Ram Jam y me quedé prendado, qué era ese ruido que me gustaba tanto

Siguiendo con tus inicios, ¿qué nos puedes decir de Gradhen?

Me quedo sorprendido Alberto, escuchar esos discos a día de hoy; lo jóvenes que éramos, los buenos músicos y los buenos compositores. Me llama la atención eso, no tendríamos más de diecisiete o dieciocho años. El primer disco lo produjo Julio Castejón de Asfalto. Yo tendría diecinueve o veinte años cuando entré al estudio y recuerdo que fue una época muy bonita. Nos lo trabajábamos bastante en serio, ensayábamos todos los días, de lunes a viernes, por la tarde y el fin de semana por las mañanas, estábamos todo el día tocando música,  componiendo, fue una etapa muy bonita de mi vida.

Un inciso, ¿fue tu primera banda?

Antes de eso fue otra banda que era Culto al Deseo, con diecisiete años y más tarde se unió con Gradhen, nos quedamos con el nombre, y ya fue cuando grabamos ese primer disco, grabado en la Factoría El Molar, producido por Julio Castejón, y me acuerdo que fue un disco que lo iba a sacar EMI, que por entonces había sacado el segundo disco de Sangre Azul; le encantamos al director de EMI que por entonces estaba en Sudamérica con Paloma San Basilio y nos dijo que a la vuelta firmaríamos con EMI, que para nosotros imagínate lo que era. La proyección con un sello tan potente con EMI. Cuando volvió este señor, lo echaron. Todos los planes que tenía este señor, no cogieron ninguno. Al final salió el disco con el sello de Julio Castejón, que es Libélula Records. Esa es la historia de ese disco.

¿Por qué la guitarra eléctrica? ¿y qué te influenció para decantarte por este instrumento?

Fue la guitarra la que me eligió a mí, no yo a la guitarra. Me acuerdo que me gustaba tanto que me hacían las guitarras de madera, entonces una guitarra eléctrica no se veía tan a menudo como ahora, que incluso ahora una guitarra eléctrica se puede comprar por internet. Recuerdo al salir del internado en Guadalajara parar en una tienda con guitarras eléctricas y bajos en el escaparate y quedarme media hora prendido, sin entrar a la tienda, viendo el escaparate, viendo esas guitarras eléctricas y que cogía todo detalle para hacerme una guitarra de marquetería que la tengo por ahí con todo tipo de detalle, para para hacer guitar-air favor, me ponía los discos de Kiss y hacía que tocaba, todo esto bien jovencillo y hasta los 12 años no empecé a aprender a tocar la guitarra.

Aparte de la guitarra, ¿tocas algún otro instrumento?

Sí, un poco la batería, el bajo, la mandolina, el ukelele, el laúd, el teclado. Como productor sabes que tenemos que tocar un poco de todos, pero mi instrumento es la guitarra y más o menos todo lo que tiene cuerdas, menos el violín.

Para un guitarrista contrastado como tú, por ejemplo, ¿hay mucha diferencia entre tocar la guitarra y un instrumento como el ukelele o la mandolina?, ¿es muy diferente?

Cada instrumento es bien distinto y cada instrumento tiene un lenguaje. Aunque pueda parecer igual una guitarra eléctrica o una guitarra española o una guitarra acústica, que es lo más parecido a lo que hay entre las guitarras, son todas diferentes, todas tienen una técnica distinta y todas tienen un sonido. Al igual que cuando coges un bajo, que tiene también cuerdas, la pulsación es parecida, pero no es igual, no se saca el mismo sonido, quiero decir que cuesta aprender a tocar el bajo. Un músico que sepa armonía, pues tarda un tiempo en conseguir que ese bajo suene, tiene una técnica, se toca con la púa, con los dedos, pero los trastes son mucho más anchos y son distintas técnicas, distintos sonidos. Por ejemplo, uno que es el ukelele, tiene cuatro cuerdas y son como las cuatro primeras cuerdas de una guitarra con una cejilla en el quinto traste. A partir de ahí tú puedes transportar los acordes, pero también tiene su técnica, los trastes son más pequeños, al igual que la mandolina que tiene la afinación del violín. Y te puedo decir que son parecidos, pero nada igual. Cada uno tiene su sonido y cada uno tiene su técnica y todos ellos requieren de muchas horas de dedicación, porque aunque parezca que son iguales, no lo son para nada.

Entre los tipos de guitarra española, eléctrica y acústica, no tiene nada que ver una con otra. Hay guitarristas muy buenos de española que no dan pie con bola con una eléctrica y viceversa. Hay guitarristas muy buenos de eléctrica que cogen una española y no saben hacerla sonar.

Es una pregunta muy interesante, porque hay gente que está un poco equivocada con esto y es verdad que una guitarra española no tiene que ver con una eléctrica ni con una acústica, son instrumentos totalmente diferentes con distintas técnicas, al igual que conozco también grandes músicos de jazz que le pones una distorsión y no suenan para nada. Por ponerte un ejemplo, y tocan el mismo instrumento. Tocar con distorsión es todo un arte, tiene unas formas que no tienen que ver con tocar en limpio, los sonidos hacen mucho ruido, tienes que tener una técnica muy depurada, porque el sonido de distorsión ya de por si es muy ruidoso y tienes que ser muy limpio tocando, tienes que estar muy atento de que no se te cuele ningún ruidito.

Vamos a seguir haciendo un poquito de historia: Durante muchos años fuiste guitarra de La Guardia.

Casi veinte años.

¿Qué recuerdos tienes de esa época?

Fue una época bastante bonita. Yo venía de haber grabado dos discos con Gradhen. Después hicimos un grupo de versiones de rock que entonces fuimos de los primeros grupos en hacer eso, que fue Tráfico, estábamos Tráfico y Apache, que eran los grupos haciendo ese tipo de versiones de rock, fue un éxito porque no es lo mismo que un grupo orquesta haga temas de rock a que un grupo de rock, como éramos nosotros, hacer un concierto de rock con temas bastante populares, y nuestro éxito fue en parte porque hacíamos temas poco comunes entonces en los escenarios entonces nadie hacía temas de Led Zeppelin ni de Van Halen y ni de Pink Floyd y nosotros empezamos a llevar esos temas que todo el mundo escuchaba pero que no tenía la oportunidad de verlo en directo, fue un éxito tremendo, estuve como siete años, pero mi mundo en la música es mucho más creativo y hasta ahí llegamos. De ahí pasé a un grupo que se llamaba Los Cocodrilos, de canción pop, y de ahí pasé a La Guardia, que era un grupo con mucho mestizaje, de rock fronterizo, con pop, con música country, y la verdad que tenía un repertorio bastante disfrutable. Y en directo le dábamos bastante caña. Nos recorrimos varios países extranjeros y la piel de toro unas cuantas veces.

Además colaboraste también con Danza Invisible, has compartido escenario con innumerables artistas y grupos como Asfalto, Raimundo Amador, Carlos Segarra (Los Rebeldes), Javier Andreu (La Frontera), José Antonio García (091), José Luis Jiménez y Lele Laina (Topo), Pablo Perea, José Carlos Molina (Ñu)…

Grandes amigos que han ido participando en el proyecto de Amigos de Barra.

¿Cómo se consigue eso? ¿Trabajo o cabezonería?

El trabajo es importante y la cabezonería aún más. En este mundo el truco es insistir y llega el que no lo deja. A día de hoy estamos con nuevos proyectos sin perder la ilusión, la música es un veneno que tenemos dentro y que no nos lo podemos quitar. Hemos nacido con esto y por mucho que queramos no lo podemos dejar.

Hablemos de un proyecto más actual, que me imagino que hablando de esa cabezonería, pero de ese buen hacer que tienes, en la actualidad eres guitarrista principal del elenco de Malinche.

Sí, llevo la dirección musical de Malinche y además guitarrista.

¿Cómo surge esa oportunidad y qué te ha aportado personalmente trabajar con Nacho Cano?

Vino en un momento bastante bueno para mí el que me llamase Nacho Cano. Es un músico tremendamente perfeccionista, lo que me gusta de trabajar con él es que siempre te saca de tu zona de confort, te exige y te hace ser mejor persona y mejor músico. Es una persona que te inculca el “tú puedes”. Lo que ha hecho con Malinche es una ópera de rock como las que nosotros conocemos de los setenta, como Tommy, Cuadrophenia, que hoy en día lo llaman musicales, pero no deja de ser una ópera de rock, muy ecléctica, con pasajes muy heavy, de música blues, de funky, de jazz, de música clásica, flamenco y me sacó de mi zona de confort, me tuve que poner las pilas. Yo cuando me entregaron el repertorio, pensaba que había dos guitarristas, un guitarrista eléctrico y acústico, que era yo, y otro guitarrista clásico y flamenco, que se suponía que iba a ser otro.

¿Qué cara se te quedó cuando llegaste al primer ensayo?

Luego cuando me dijeron: no, no, las guitarras la haces tú todas. Me acuerdo, yo que no soy muy ducho con la guitarra española, lo típico de canciones de iglesia y poco más, cuando me enteré que tenía que hacerlo yo todo, me puse las pilas con la guitarra española. De hecho yo no tenía guitarra española, la tuve que coger en el taller de música donde yo daba clases y empecé a practicar y a ponerme las pilas con la guitarra española. Los puristas del flamenco, por ejemplo, tocan con los dedos, yo empecé a tocar con la mano, pero no le sacaba sonido, era incapaz, no me gustaba como sonaba y apliqué la técnica del country, que me había pasado muchos años con La Guardia, que es el ‘finger picking’, que es con la púa y los dedos y eso lo transporté al mundo de la guitarra española y ya me gustó bastante como sonaba, y digo: si me gusta a mí, le va a gustar a ellos y así fue como lo logré engañar, porque si Nacho se entera de que yo no había tocado una guitarra española, pues no soy yo

Los puristas creo que debieron de poner el oído y decir, bueno, me gusta.

Esperemos que no nos esté escuchando ahora.

Ya no me importa, ya se lo conté, no daba crédito.

Vamos, que como nos explicó Sofía Guilarte, que es también una espectacular guitarrista, nunca es tarde para aprender a tocar un instrumento…

Exacto, nunca es tarde. Todo es todo el trabajo y es verdad que la guitarra es muy esclava, para mantenerse a nivel de virtuosismo tienes que estar todos los días tocando. Ahora llevo una racha en la que estoy tocando diez horas diarias o doce, una barbaridad. Y no hay otra forma, cuando la gente te ve tocar piensa que es fácil, y nadie regala nada, hay mucho trabajo detrás de todo eso.

Detrás de cada arte hay toda una vida, muchas horas muchos estudios.

¿Y no hay días que dices, fuera de aquí, harto de la guitarra?

Antes de la entrevista estaba preparando un repertorio, estaba tocando y tengo, efectivamente, los dedos doloridos. Llevo guitarreando desde que me he levantado. He parado a comer y ahora he parado para la entrevista. Pero bueno, mis dedos lo agradecen.

¿Tocar o descansar?

Descansar.

Y fuera de lo que es Malinche continuas con Amigos de Barra, sin embargo sabemos que estás acabando de dar forma a un nuevo proyecto denominado Jeffe, con el que yo personalmente he colaborado, no sólo con vuestro primer single del que soy letrista, sino también la imagen del grupo, déjame que haga también un poco de promoción propia, ¿se trata de combinar ambos proyectos o serán totalmente diferentes?

Amigos de Barra nació con unas canciones que yo tenía guardadas en un cajón que me parecían muy buenas, que iban a ser el tercer disco de Gradhen, yo no paré nunca de componer, y en esa época yo estaba con La Guardia, no tenía ninguna banda donde desarrollar esos temas y lo que hice fue juntar a mis amigos para dar forma a ese disco. Me acuerdo que juntamos como unos treinta temas, de ahí descartamos a 20 y de ahí nos quedamos con esos 15. Echando un vistazo empezamos a decidir que esta canción para Julio Castejón, esta otra para José Luis de Topo, está para Pablo Perea de La Trampa y así fue como hicimos el disco, decidiendo quien tocaría en cada una y es un disco maravilloso donde participaron cuarenta y cinco músicos y cada tema es una banda distinta, el punto de unión de todos los temas era yo a la guitarra. Fue un disco para mí muy especial, porque se juntaron como tres generaciones de músicos, mis ídolos con gente de mi quinta; también grupos como Los Secretos, La Guardia, La Frontera, Modestia Aparte, La Trampa, con alumnos míos que se hicieron profesionales. Logré reunir a tres generaciones de músicos. Fue un regalo que me dio la vida, porque jamás pensé que yo iba a trabajar con ellos, sino que ellos iban a grabar mis canciones y que iban a estar producidos por mí. Así es como nació Amigos de Barra, que justamente es la filosofía de juntarnos amigos y dar rienda suelta a nuestra imaginación en el estudio y sobre todo divertirnos.

¿Aún se puede conseguir en algún sitio?

La gente que los quiera puede contactar directamente conmigo. Son discos que no están en tiendas. Ya sabemos que apenas existen las tiendas. Me quedan pocos, la verdad. Estoy pensando en reeditar en vinilo los dos primeros discos que solamente salieron, por el tiempo en el que se grabaron, en CD. El tercero y el cuarto sí que salieron en vinilo. En un futuro, si es posible, sí que me gustaría reeditar esos discos en vinilo. Los discos se pueden conseguir a través de mi persona.

Luego sale el ‘Código de Barra’ que fue unos peldaños más arriba y fue un disco bastante especial también para mí. Luego vino ‘Barra Libre’ que para mí supone subir unos peldaños más arriba y luego fue el doble disco en directo, que se editó también en vinilo y en CD, que fue el único disco en directo que se grabó en tiempo de pandemia. ‘Tren Directo al Rock and Roll’, un disco que está grabado sin trampa ni cartón, directamente de la mesa, en dos pistas, L y R en estéreo y lo que oye la gente en el disco fue lo que allí aconteció, porque no se grabó por pistas, con lo cual no se pudo retocar absolutamente nada. Un disco donde están todos los fallos pero también lleno de actitud en una época que los músicos queríamos recuperar nuestra vida tras estar encerrados unos años en casa por la pandemia y salimos como los toros a la plaza, con una energía y con una fuerza increíble, unas ganas de recuperar nuestras vidas. Un disco especial con una banda especial, puesto que no se pudo reunir la formación original porque uno estaba en Ibiza, otros trabajan en León y entonces tiramos de los músicos que tenía en ese momento más cerca y algunos eran de Amigos de Barra, pero otros no. Fue una cosa bastante especial, como eso continuamente estaba cambiando de un día para otro, no sabíamos que iba a pasar. De pronto se abría un poco las puertas, de pronto se volvían a cerrar y hasta que no estuvimos en la prueba de sonido no teníamos constancia de si íbamos a tocar o no y con la suerte de que, intuyendo a lo mejor el concierto tan especial que tuvimos, el técnico lo grabó sin que lo supiésemos nosotros.

Los técnicos de sonido cuando quieren hacen bien su trabajo.

No, no es que hagan bien su trabajo. Es que hacen una cosa que en este caso fue sencilla como darle a la tecla del REC.

Algo que parece que a veces cuesta tanto. A veces no. En nuestra experiencia parece que cuesta demasiado hacerlo. Desde aquí un saludo a los técnicos de los que tenemos mucho aprecio, en serio.

¿Que seríamos los músicos sin ellos? Son los responsables del sonido, estamos en sus manos totalmente. De lo que ellos hagan depende en gran medida como suene la banda.

Hablando de ese primer single de Jeffe, ‘La Balada del Gato Negro’, ahora que no nos escucha Alberto, ¿en qué momento surge la idea de una colaboración con él?


Alberto y yo somos amigos de un grupo que tenemos por WhatsApp, de fanáticos del mundo de la música y sobre todo del vinilo. Un grupo que me encanta, pues que, puesto que hay grandes amantes y grandes artistas, gente como Alberto, que es fotógrafo, escritor, en el grupo también hay bastantes músicos, está Tony Torres, está Manu Laca, y la verdad que lo pasamos muy bien porque hablamos muchísimo de música, también hablamos de otras cosas, pero sobre todo en el 90% hablamos de música. Alberto compraba mis discos y lanzó la primera novela de ‘La Balada del Gato Negro’ y la compré, lo leí y me quedé prendado, estuve enganchado a la novela de principio a fin, y a partir de ahí empezamos a hablar de esa canción. La novela cuenta la vida de un músico, batería profesional, y le da un vuelco la vida de ciento ochenta grados, y a partir de ahí estudiamos dar forma real a esa canción y que no solamente fuese ficticia, sino que fuese una canción real, una cosa que a mí pues me da mucha gratitud el poder hacerla. Por la historia que cuenta tenía que ser un tema progresivo y la música tiene mucho que ver con la letra, empieza tipo balada muy triste, pero luego termina con mucha fuerza, con mucha energía, llena de vida, como el resurgir del Ave Fénix y creo que ha quedado una canción bastante buena en cómo se ha unido esa letra con la música.

Vamos a hablar un poco sobre actualidad y planes de futuro. ¿Qué nos puedes decir sobre esto? ¿Qué tienes en mente para el futuro y ahora mismo?

Ahora mismo estamos terminando de grabar el disco de Jeffe, que debo decir que iba a ser el nuevo disco de Amigos de Barra. Hicimos una preproducción en casa de Enzo Filippone, el batería, junto con el cantante Javier Alcón, e hicimos todos los temas. Nos dimos cuenta que era un proyecto que había cogido mucho peso y sobre todo mucha personalidad, que lógicamente ese trabajo era la suma de nuestras tres personalidades y que no tenía sentido que saliese como Amigos de Barra, sino que era un proyecto con un sello y una etiqueta bastante definidos, creo que es lo más rockero que he grabado hasta hoy en día. Estamos muy orgullosos de los temas, que el primer single que hemos sacado, que por la urgencia que tenía que ser ‘La Balada del Gato Negro’, que es el tema más rebuscado y el tema menos comercial. Hay temas con mucha influencia de Queen, de Thin Lizzy, Rainbow. Un disco muy muy elaborado y estoy deseando que lo escuche la gente, creo que va a gustar mucho, tenemos muy buenas sensaciones con esto, pero al final siempre la última palabra la tiene el público. Pero bueno, viendo la acogida que ha tenido la canción de adelanto que es una canción que requiere de muchas escuchas para sacar la chicha, no es una canción inmediata. Visto cómo ha sido acogida, la verdad es que estamos bastante contentos. Tuvo bastantes visualizaciones el vídeo, nada más en el primer día se llevó a las dos mil y pico visualizaciones, que nos quedamos un poco sorprendidos y sigue creciendo así que muy contentos con esto.

Hablando de Jeffe, en la formación de la banda aparte de ti a la guitarra y Javier Alcón a la voz, incluye al teclista Quino Lucas, a Carlos Guardado al bajo y a la batería nada menos que Enzo Filippone. Un pedazo de banda la que has montado.

Sí, una barbaridad.

¿Y en qué momento de estabilidad está el proyecto, aunque se está iniciando? ¿Y cómo lo ves a medio o largo plazo, porque nunca se puede aventurar nada, y menos en los tiempos que corren?

Te voy a decir una cosa, Alberto. Ya estamos componiendo para el segundo disco. Las canciones que habíamos hecho ya en la preproducción, muchas de ellas eran canciones que yo había compuesto en la pandemia y sigo componiendo, nos seguimos juntando y estamos ahora haciendo canciones que saldrán en el segundo disco y queremos... Bueno, estamos terminando de grabar este primer disco e inmediatamente pues seguir grabando y cuando lo tengamos listo, a lo mejor dentro de un año, sacar el segundo. Queremos llevar esto a los escenarios, hacer una gira en condiciones y llevar este proyecto con una banda ya establecida, que no lo podía hacer cuando estaba con Amigos de Barra, por mis compromisos con La Guardia no podía hacer absolutamente nada, aunque sí que hacíamos conciertos, pero claro, eran rebuscar entre las fechas porque estaba continuamente tocando con ellos. Ahora va a ser distinto, puesto que nos queremos dedicar más tiempo a este proyecto que la verdad que nos tiene con bastantes ganas. Tenemos muchas ganas de tirar para adelante con este nuevo proyecto.

La siguiente cuestión que te íbamos a plantear está muy relacionado con lo último que acabas de comentar. El proceso de grabación está bastante avanzado, ¿cuándo tenéis previsto editar material en formato físico, ¿hay una fecha?

Creo que en este año de 2025 estarán los discos, dependiendo también luego de la fábrica, porque nosotros antes del verano creo que el disco va a estar totalmente grabado y a partir de ahí pues lo que tarden en fabricar. Me acuerdo cuando hicimos Barra Libre, había mucha demanda de discos y no tantas fábricas. Ahora han hecho más fábricas y no creo que haya tanto problema. Pero recuerdo que una vez que entregamos el disco, esperar seis meses hasta que me lo devolviesen para que la gente lo pudiera tener en la mano. Para Navidad o un poco antes, esperamos que la gente ya lo pueda tener en las manos en formato físico.

Respecto a tocar en directo, ¿será después del lanzamiento?

Sí, queremos hacer una bonita presentación y supongo yo que se hará para después del verano noviembre o diciembre. Tendremos a ver cómo van saliendo las costas pero si se junta para octubre pues al mejor para octubre vamos a ver

¿Os dejaréis caer por Galicia?

Nos encantaría, es una asignatura pendiente, tengo allí muchos amigos y todo es hablarlo. Habrá que estudiar hacer allí también la presentación y tocar ‘La Balada del Gato Negro’

Antes dejamos apartado un poco Amigos de Barra, quisiera saber si ese proyecto va a quedar, será aparcado por Jeffe o también continuarás con ello.

Sí. De hecho, la primera canción que grabé para el nuevo disco de Amigos de Barra era una colaboración con la banda al completo de Los Secretos y José Boulevard cantando, que es un tema que se llama ‘Una de Justicieros’. Justo fue ese el primer tema que grabé para el nuevo disco, pues ese lógicamente no tiene que ver ya con Jeffe, pues ha quedado en el tintero junto con otros temas que también tenía para el nuevo disco de Amigos de Barra y recuperaré la filosofía primera de juntarme con mis amigos músicos y componer. Y que cada vez que hago una canción venga a darle su granito un amigo músico y lo que vaya y lo que no vaya para un sitio, pues irá para el otro.

¿Habrá más presentaciones en directo de Amigos de Barra?

Sí, siempre que hemos sacado un disco nuevo de Amigos de Barra, siempre hemos hecho una presentación en condiciones. Tengo grandes recuerdos porque cuando hicimos la presentación del primer disco, tuve la suerte de que todos los músicos que habían colaborado subieron a tocar al escenario. Tengo un dato curioso que fue después de muchos años, junté en el escenario tocando a la vez a Julio Castellón, Lele Laina y José Luis Jiménez, de Asfalto, y después de un concierto increíble, la lástima fue, eso lo hablé en su día con el técnico de sonido, que me dijo: que concierto más mágico, está en el top 5 de mis conciertos en toda mi vida, es un gran técnico que ha tocado con Ketama, con Amor Brujo, yo que sé el mogollón de grupos y dice: tenía que haber grabado ese concierto, pues ese no lo grabó.

¿En Jeffe incorporarás alguna canción del repertorio de Amigos de Barra?

Lógicamente cuando toquemos con Jeffe, aunque tocaremos todas las canciones del disco, alguna se colará de Amigos de Barra, eso seguro.

Aprovechando tu presencia con nosotros, alguien como tú, con tanta experiencia y tantos años en el mundo de la música, nos gustaría conocer tu opinión sobre la situación de la escena rockera nacional. ¿Piensas que hay futuro o que se acabará con nuestra generación?

Es una buena pregunta. Algunas veces veo grupos de chicos jóvenes tocando y digo: hay futuro. Lo que no me gusta es como hoy en día se está consumiendo la música por plataformas como Spotify. Yo soy de la generación de disfrutar el vinilo, tocarlo, olerlo y tenerlo en las manos, supongo que al igual que con un libro. Y las nuevas generaciones están perdiendo un poco eso. Yo me acuerdo que nosotros agarrábamos todo nuestro dinero de la paga de un mes para comprarnos un vinilo, poníamos ese vinilo y mientras lo escuchábamos nos leíamos todos los créditos del disco, sabíamos qué músico habían participado, dónde estaba grabado, quien lo había producido. Hoy eso, con las plataformas, la gente apenas se sabe la letra, para ellos es la tres, la cuatro, se están perdiendo un montón de información, no conocen a la banda, no conocen a los músicos, no saben qué guitarrista grabó esto, no saben quién lo ha producido y nuestra generación todos esos datos sí que los estudiamos cuando escuchábamos el disco y nos releíamos toda esa información que salía en el vinilo, y es una cosa que a mí me entristece bastante.

Contaros que este disco de Jeffe lo estamos grabando en directo, como tributo a los grupos que nos hicieron subirnos a los escenarios y dedicarnos a este mundo maravilloso de la música; y que antes para grabar discos había que saber tocar. Hoy en día con los ordenadores, si alguien desafina, se corrige, si alguien se va de tiempo, se corrige. Nosotros, como tributo a esos discos que nos hicieron subir al escenario, estamos grabando en el estudio en directo, tocando todos a la vez, y es verdad que recoge una energía que de otra forma sería imposible. Eso me da que pensar un poco que la gente o los chicos jóvenes que quieren aprender algún instrumento no dediquen tanto tiempo y tantas horas a llegar a controlar y no sé lo que pensarán esos mismos chicos cuando pagan un concierto y no ven músicos en directo, nada más que ven a una tipa o a un tipo y cuatro bailarines moviendo el culo y la música está secuenciada y mirar al representante que está a mi lado y digo, ¿dónde están los músicos? En ese caso eran tres chicos cantando encima de un playback y el hombre me hizo así con los hombros como diciendo, no hay. Entonces yo no apoyo absolutamente eso, al igual que por ejemplo un musical que se llama musical porque se supone que hay música en directo y hay musicales que disparan la música, que no hay ni músicos. Defiendo a muerte que cuando vaya a ver un concierto o cuando vaya a ver un musical, que por eso se llama musical, haya músicos en directo tocando. Eso para mí es muy importante, es una cosa que tanto los promotores como los músicos profesionales tenemos que luchar para que no se pierda, pero a día de hoy, hay un tanto por ciento muy elevado de conciertos sin músicos. Yo no voy a ver un concierto directo si no hay músicos, me pongo el disco porque voy a escuchar exactamente lo mismo. La música en directo es impredecible, no sabes qué va a pasar. Un solo puede durar cuatro compases más porque al guitarrista está endiablado y está eufórico y hace un gesto para marcarse dos ruedas más de solo y eso queda ahí. Led Zeppelin podían hacer que el ‘Whole Lotta Love’ se fuese a 20 minutos en contraposición de la grabación del disco, que duraba seis minutos, esas cosas ocurrieron en un concierto porque los músicos tocaban en directo y había una complicidad y lo bonito de aquello es que no sabías qué iba a pasar en justamente ese día. Si tú vas a tocar y disparas la música, no hay nada de sorpresa. Ya sabes lo que va a pasar, no puedes hacer nada, está todo enlatado y ese solo de guitarra no va a durar más de la cuenta, ni menos, porque ya está definido. Se pierde lo que es la música en directo, que es esa sorpresa, los músicos no estamos siempre igual y eso influye mucho a la hora de tocar y todo eso se transmite, esa euforia que tú tienes o esa tristeza, esa alegría se transmite en cada nota que tú tocas. Es una locura que no sea así, no sé cómo se puede defender eso, desde luego yo no pago ni duro por ver un concierto así.

Somos unos románticos.

Creo que esto explotará de alguna forma. Lo que me sorprende mucho es que la gente trague con eso. Al igual que jamás me imaginaría un concierto multitudinario de un DJ. Un tío que sale ahí poniendo discos, es como irse a la discoteca con mucha gente, sí que tendrá su arte, no lo discuto, pero no es un concierto.

Perfectamente explicado y es más, ya no sólo pasa eso que tú comentas de la bailarina con los bailarines, que no hay música; es que yo también percibo que se normaliza y eso pasa también en la escena del rock. Tener que dar un concierto y el bajista se pone enfermo, no hay problema, metemos el bajo sampleado, está grabado y tocamos sin bajista y se está normalizando.

Lo sorprendente es que el público no se queja, traga con ello

Y los músicos de los eventos lo normalizan también como que no pasa nada por no estar  el bajista, y que si eres el único que se queja, es que eres un tal, es que eres un purista, es que eres un no sé cuánto. No, simplemente me quejo de lo que he visto y yo no puedo decir que has hecho un bolazo cuando te falta un miembro del equipo.

Además que un músico nuevo aporta otra energía y otra actitud al grupo. No es lo mismo Whitesnake con Neil Murray al bajo que con Mendoza, los dos tocan el bajo, sí, pero cada uno tiene su personalidad y no tiene nada que ver, al igual que los guitarristas Mickey Moody o Bernie Marsden, cuando entró John Sykes, tocan todos las guitarras sí, pero no tienen nada que ver uno con otro, no es comparable a que un músico puede cambiar totalmente un bolo

Para finalizar, vamos a distender un poco la conversación y conocer tus gustos a través del cuestionario rápido de Metal Nostrum que hacemos a todos nuestros invitados y así conocer un poco más sus gustos musicales. En tu caso, pueden ser bandas, o solistas de las seis cuerdas, quien tú estimes.

Banda que te gustaba pero ya no: soy bastante fiel a mis gustos.

Banda sobrevalorada: Todos los grupos tienen su validez.

Banda infravalorada: Black Country Communion, creo que se llama, era la banda que formó Glenn Hughes con Joe Bonamassa, con Jason Bohan y Derek Serian, el teclista. Hicieron cuatro discos, y creo que esa banda se merecía una oportunidad.

Banda que amas: Led Zeppelin

Banda de culto: The Cult

Banda que puedes escuchar una y otra vez: Pink Floyd

Banda que te hizo enamorarte de la música: Los Beatles, sin lugar a dudas.

Banda que cambió tu vida: Van Halen

Placer culposo, alguna banda o artista que nadie pensaría que te gusta: Earth, Wind & Fire, Tower of Power o Kool & the Gang

Banda que te faltó ver en vivo y te hubiera gustado: Boston

¿Cuál es el disco más imprescindible en tu colección?: 1984 de Van Halen y Back in Black de AC/DC

¿El mejor disco que has escuchado en los últimos doce meses?: Pocurpine Tree con Steve Wilson, me gusta mucho el último. De los músicos actuales que están haciendo cosas interesantes, Neil Morse y Steve Wilson dentro del progresivo, que es una música me gusta mucho, me parece artistas muy valientes y muy auténticos, defendiendo esa música que les gusta y actualizarla, me parece un artista muy ecléctico

Por último sí quieres añadir alguna cuestión…

Lo primero, la gente que quiera conseguir mis discos, por medio de la página de fans en Facebook y en Instagram, de Amigos de Barra, de Jeffe y también las vías personales, Jean-Louis Barragán.

La otra cosa que quiero decir, que si nosotros, los padres, como responsables de nuestros hijos, si les enseñamos o les ponemos un instrumento en las manos, quizás los apartemos un poco de las pantallas. Es verdad que se quedan embobados y yo muchas veces me enfado y digo, el tiempo tan precioso que están gastando ahí, si realmente pusieran esa energía en aprender un instrumento, pues tendría mucho más valor, me parece una pérdida de tiempo lo de las pantallas y que gasten el tiempo en otras cosas, gasten el tiempo en aprender a tocar un instrumento, que todos sabemos que requiere mucho tiempo, muchas horas, eso puede hacer que los aparte un poco de las pantallas y que los chicos cuando se junten y se agrupen que hablen entre ellos. Me quedo sorprendido porque muchas veces paso por la calle y veo un grupo de jóvenes que están todos con los móviles, no hablan entre ellos y sentarse en un banco y me quedo sorprendidísimo. Me dan ganas de quitarles el móvil y tirárselo y decirles, hablen entre ustedes. Que dejen un poco las redes y salgan a la calle y salgan a jugar, charlar entre ellos y jueguen a juegos que no sea de pantalla sino de contacto físico, como nosotros teníamos entonces, que eso se fomentaba la imaginación y la creatividad, no te quepa duda.

 Gracias Barra por tu tiempo y por tus sabias palabras, nos vemos en las salas de concierto, en los bares, o en la calle. Próximamente podrán ver esta entrevista completa en nuestro canal de YouTube y en Spotify en "La Tertulia Metal Nostrum".

Texto: Alberto Ladero Lorente (Gritos de la Malladoura) y Óscar R. Martín (Metal Nostrum)
Fotografía: Alberto ladero Lorente

SEGUIREMOS GRITANDO: ¡QUÉ NO PARE LA MÚSICA! ¡QUÉ NO PARE LA CULTURA! ¡QUE NO PARE JEAN-LOUIS BARRAGAN!

martes, 1 de julio de 2025

Resurrection Fest, Cuarta Jornada: Pura esencia Resurrection

 Our Natural Killer - Saturna - The Broken Horizon - Dirty Sound Magnet - Iscream Never Ground - Slomosa - Russian Circles - Walls of Jericho - Vader - Slipknot - Zeal & Ardor.

Resurrection Fest XX - 28/06/2025

Última jornada del Resurrection Fest y desde el primer momento, incluso dantes de abriesen las puertas, la tensión por conseguir la mejor posición delante del MS se palpaba en el ambiente, parecía que iba a ser una jornada de temperaturas infernales, pero afortunadamente se quedó en una anécdota, a media tarde la niebla se iba haciendo paso tierra adentro y eso facilitó mucho el poder disfrutar de los mejores espectáculos del día.
Un buen grupo para empezar este último día fueron Our Natural Killer desde el País Vasco con sus profundos y aplastantes riffs que marcaron el inicio de lo que sería un día de la más pura esencia Resurrection Fest, aunque a esa hora si que apretase el calor pudimos ver como desplegaban su poderío, aunque se nota que aún les queda mucho recorrido por hacer.
Como el cansancio hace mella en nuestro cuerpo buscamos refugio tanto físico como anímico en el Desert Stage donde están a punto de empezar Saturna, una banda catalana cargada de nostalgia setentera en su rock, aunque por momentos coqueteaban con un hard algo más potente, un descanso para nuestros oídos que nos transportaba a otras épocas, evocando aquellos primeros roces con la música. Gran repertorio, mejor música y una invitación a bucear entre su música. Notables.
Como dije antes, sorteamos un poco entre los escenarios viendo que se cocinaba en ellos y llegamos hasta el Ritual Stage, donde The Broken Horizon estaban a punto de comenzar (un inciso para la organización, nos podían facilitar a los fotógrafos un pasadizo entre el Desert y el Main, con el fin de no tener que recorrernos el recinto cada vez que nos queramos desplazar, sería para nota), y tomamos posiciones. Teníamos curiosidad por ver como habían resuelto la reciente salida de la banda del vocalista, y lo cierto es que la banda lo ha solventado de una forma muy natural y sin perder, o perdiendo lo mínimo, su esencia. Siguen siendo únicos en su genero y a pesar de su rabia, de sus letras comprometidas, lo que destilan es buen rollo sobre el escenario, mucho ejercicio y una actuación muy comentada en los corrillos, de notable alto.
En esta ocasión estábamos más que abonados al Desert Stage, ahora para comprobar de que eran capaces Dirty Sound Magnet y lo cierto es que volvimos de nuevo a los setenta sin que ello nos importase, blues, progresivo y tintes de psicodelia para estos suizos que hicieron las delicias de los presentes, otro notable para los amenizadores del escenario más alejado, pero no menos lleno.
Sin que podamos precisar que género destilan los japoneses Iscream Never Ground, nos pasamos para comprobar que hacían en el Chaos Stage, y sin duda esa mezcla de punk, metalcore y diversión puso del revés ese espacio, no nos pudimos meter para comprobarlo de cerca, pero era como si a esa hora ya todo valiese con tal de pasarlo bien, pero demasiado lleno de gente, quizás demasiada. 
Slomosa ofrecieron en el Desert Stage su rock denso, rebosante de stoner que hizo mover la cabeza y los cuerpos a un público entregado, pero también muy cargado de alcohol y alguna sustancia más, abro otro inciso, que les lleva a creerse los más guays empujando y dando cabezazos, no estaría mal, incluso resultaría divertido sino fuera por el hecho de no controlar sus actos y golpear a otros, como a un servidor en la espalda, que lo único que quieren es disfrutar de la música sin molestar ni ser molestados. Los noruegos dieron un autentico recital que nos hizo olvidarnos de lo que pudiera estar sucediendo en el escenario principal, notables.
Repusimos fuerzas y nos lamimos las heridas con la comida de The Veggie Point, muy recomendable, y volvimos de nuevo al Desert Stage a la espera de Russian Circles, los que nos deleitaron con densas atmosferas de sludge metal instrumental e interpretaciones muy intensas, un notable para estos americanos casi tan veteranos como la misma música que interpretaban. Más buenos sentimientos para guardar en la saca de los recuerdos.
Había dos bandas que especialmente queríamos ver en directo, pero que coincidieron en el tiempo, en el Chaos y en el Ritual. Unos decian que Vader deberían descargar en el Main Stage, otros que relegar Walls of Jericho al Chaos era poco menos que un sacrilegio, el caso es que estos últimos descargaron con todo su fuerza, unos dicen que metalcore, otros que hardcore, a nosotros nos pareció el más puro estilo punk acelerado que te puedas llevar a la vista y al oído y reventarte los sesos contra la pared, esta es una de las razones de la existencia de este festival, y Wall of Jericho son pura esencia Resurrection Fest. Tuvimos que abandonar este escenario precipitadamente sino queríamos perdernos parte de la descarga de Vader, y mereció la pena, estos polacos son unas bestias del escenario, no venían precisamente a hacer amigos ni coger prisioneros, solo a darnos con su death metal en toda la jeta y que aún por encima sonriésemos de placer, otro sobresaliente para estos tipos.
Por fin llegó el momento más esperado del día, aunque he de reconocer que no soy muy ducho en ellos, nunca han llamado mi atención, ni yo he hecho demasiado por conocerlos en profundidad, será por las máscaras, es posible, será por su estilo, también, pero lo cierto es que me sorprendieron gratamente. Una banda super potente sobre el escenario y para nada dieron esa sensación de sonidos pregrabados sobre las tablas, ahí había músicos haciendo música y dando espectáculo al mismo tiempo, y convencieron, y fueron un sobresaliente colofón, que no final, para esta edición XX aniversario. Sobresalientes Slipknot.
Fuego y pirotecnia pusieron colofón pero al mismo tiempo nos dieron las fechas de la que será la XXI edición en la que trataremos de estar una vez más para dar cuenta de lo que suceda.
Por último, para nosotros, una banda muy peculiar y que nos cautivo casi desde los primeros compases, Zeal & Ardor, mezclando esos cantos espirituales negros con un potente black metal, incluso en algún momento parecieron arrancarse por sonidos vocales un tanto country americano, sin duda una curiosidad notable para cerrar por nuestra parte esta edición del Resurrection Fest.

SEGUIREMOS GRITANDO: ¡QUÉ NO PARE LA MÚSICA! ¡QUÉ NO PARE CULTURA! ¡QUÉ NO PARE EL RESURRECTION FEST! ¡PALESTINA LIBRE!