Mano de Piedra construye su catedral en las ruinas con 'Tales From The Burnt House'

Tras el silencio que siguió a su debut de 2019 "Today's Ashes", Mano de Piedra regresa con "Tales From The Burnt House", su segundo álbum de larga duración y tercera entrega discográfica. Una cruzada que reúne a cinco sellos independientes —Noizeland Records, Quebranta Records, Hombre Montaña, DoomAwaitS y Muerte Matar Records— en un esfuerzo colectivo por rescatar esta propuesta que no debe pasar desapercibida.
Una casa en ruinas como metáfora sonora
"Tales From The Burnt House" no se deja manejar a la primera. Como una vivienda devastada donde las sombras continúan narrando las historias olvidadas de sus cenizas, la banda gallega construye un espacio de exploración sonora y emocional que desafía categorizaciones. El disco transita con naturalidad entre el doom, el post-metal, el sludge, el ambient, sin temor a dejarse salpicar por elementos del death metal o el rock progresivo.
Editado en vinilo de 12", con una cuidadísima presentación, supone una consolidación del discurso musical del grupo, mientras simultáneamente apunta hacia territorios más arriesgados y definidos. La producción de Iago Lorenzo captura texturas densas de sensibilidad afilada, mientras que la masterización de Robin Schmidt aporta la precisión necesaria para que todo suene con claridad abrumadora incluso en los momentos más saturados.
Introspección sin prisa
Desde sus primeros compases, "Tales From The Burnt House" se manifiesta como un viaje introspectivo. Mano de Piedra no tiene prisa: construye atmósferas con paciencia, tejiendo capas de tensión que se rompen en estallidos emocionales controlados, sin caer en el efectismo vacío. Aquí el dolor no se grita, se arrastra. El sufrimiento no explota, sino que se consume lentamente en las brasas de un lenguaje musical exigente pero auténtico.
Esta aproximación contrasta con la urgencia que caracterizaba su debut. La banda ha evolucionado hacia desarrollos más elaborados, un paso significativo en su maduración artística. Los tiempos lentos y el arrastre doom se mantienen, pero ya no dominan la propuesta. El apartado técnico y la exploración del sludge progresivo fusionan un decorado impresionable que conduce a Mano de Piedra hacia nuevas sendas.
'Against the Ruins': declaración de intenciones
El adelanto "Against the Ruins" funcionó como carta de presentación perfecta. Este tema de desarrollo progresivo expone con claridad la paleta cromática de la banda. Su lyric video acompaña esa carga emocional con imágenes que refuerzan el carácter catártico de la canción. No es meramente una muestra de habilidad técnica o buen gusto estético, sino una declaración de intenciones que define el espíritu del álbum completo.
Equilibrio entre exploración y contención
Uno de los mayores logros de Mano de Piedra en este segundo trabajo es haber encontrado un equilibrio entre exploración y contención. Aunque no se trata de un disco conceptual convencional, existe un hilo conductor emocional que cohesiona todos los temas. Cada corte funciona como una habitación distinta dentro de esa casa quemada: unas más frías, otras más caóticas, todas marcadas por el paso del tiempo y la devastación.
La estructura del álbum, sin grandes sobresaltos pero con lógica interna firme, permite que el oyente se sumerja en esa narrativa de luces y sombras sin perder el hilo ni el interés. Es un ejercicio de madurez compositiva que evita tanto la autocomplacencia como la experimentación gratuita.
Maestría instrumental y emocional
Musicalmente, "Tales From The Burnt House" es un disco notable. La banda no teme al cambio de ritmo, ni a la pausa meditativa, ni a permitir que la instrumentación asuma protagonismo cuando la voz ya ha expresado lo suficiente. Existe una confianza en el lenguaje instrumental que remite al post rock más cinemático, pero con la crudeza emocional del doom y la urgencia del metal extremo.
Las guitarras no solo rasgan, dibujan contornos. La batería, sabe cuándo contener y cuándo liberar todo su potencial. La voz, en sus múltiples registros, transmite una autenticidad visceral que arrastra consigo la memoria del dolor. Las partes más rápidas del álbum nos atropellan con ese sentimiento de melódica pesadez, impregnado por unos Mano de Piedra completamente entregados a hacer de este viaje una experiencia emocional.
La belleza en la sugerencia
Quizás lo más interesante de este trabajo es su capacidad de sugerir sin imponerse. No hay un mensaje cerrado ni una única lectura posible. La banda ofrece un espacio abierto para que cada oyente lo transita a su manera. Es un álbum que no busca el aplauso fácil ni la inmediatez, sino el eco persistente que resuena días después de la escucha.
Conclusión
"Tales From The Burnt House" se planta como un disco sólido, maduro y su ambición expansiva le resta impacto inmediato. No es un trabajo pensado para todos los públicos, ni lo pretende. Pero quienes estén dispuestos a adentrarse en esta casa quemada encontrarán cenizas que aún arden, memorias en escombros y una belleza extraña en cada rincón devastado.
Los gallegos cierran un vicioso círculo en el que sus múltiples estaciones completan una fábula maravillosa que abraza como posiblemente una de las mejores ofertas estatales en lo que llevamos de curso. Mano de Piedra puede generar obras de considerable envergadura y esta es la prueba. Si además viene avalados por Alén Alonso de Aphonnic, ¿que más se puede esperar?





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